La Iglesia de San Francisco de Vila do Conde forma parte de un antiguo convento con el mismo nombre, originalmente Convento de Nuestra Señora de la Encarnación.
Aquí sería el lugar de la antigua Iglesia Matriz, abandonada en la construcción de la nueva, a principios del siglo XVI. Debido a su ubicación junto a la cerca del Monasterio de Santa Clara las monjas quisieron adjuntar este terreno e iglesia a sus posesiones, haciéndolo por intercambio con la Colegiada de Guimarães, a quienes entregaron el patrono de la iglesia de Murça.
En 1522, el espacio fue cedido a los franciscanos, para que allí pudieran erigir un convento dedicado a Nuestra Señora de la Encarnación. La obra fue patrocinada por Isabel de Mendanha, viuda de D. João de Meneses, nieto de D. Fernando de Meneses y D. Brites de Andrade, cuyas tumbas aún hoy se encuentran en la Iglesia de Santa Clara. Habrá sido esta relación cercana de su fallecido marido con Vila do Conde que habrá motivado a Isabel de Mendanha a costear la construcción.
En cuanto al convento poco se sabe, pero habrá sido habitado hasta la extinción de las órdenes religiosas, en 1834. Hasta cerca de los finales del siglo XVIII todavía se construían nuevos dormitorios. En 1839 la iglesia fue cedida a la Orden Tercera de San Francisco, que en 1862 y por intermedio de José de Castro Pires da Cunha compró el edificio del antiguo convento, en subasta pública. Al año siguiente fue autorizada por el rey D. Luís la creación de un asilo de ancianos, inaugurado en 1867, que se mantiene hasta hoy.
La Iglesia de San Francisco presenta una sola nave, orientada a poniente, con portal de acceso en la fachada sur, de características manuelinas. Las dos capillas, de San Antonio y San Brás, son visibles y salientes en el exterior. La primera es de 1566, mandada construir por Catarina Pereira y Estevão d’Eça, de la Casa de Cavaleiros en Outeiro Maior. La segunda fue hecha por voluntad de Francisco Freire y María de Sá Heredia, fundadores de la casa de Bajoca en Vila do Conde, por documento datado de 1655.
El púlpito que se encuentra en la pared orientada al norte data de 1685, según una inscripción en el mismo. El órgano es de 1817, construido por Manuel Sá Couto. El retablo de la capilla mayor, de estilo joanino, fue construido a finales del siglo XVIII y conserva algunos de los azulejos que por entonces se encontrarían en toda la iglesia. Se destaca la sillería del coro, con pinturas relativas a la Orden de San Francisco.
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Ubicación: Rua Dom Nuno Álvares Pereira – Vila do Conde
